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miércoles, 31 de julio de 2013

Denuncian la existencia de un centro de torturas en la España democrática

ROMA. El ultraderechista italiano Pierluigi Concutelli, que en 1976 asesinó al juez Vittorio Occorsio y que fue interrogado hace varios años sobre la desaparición del exdirigente de ETA-pm Eduardo Moreno Bergaretxe, Pertur, ha sido puesto en libertad, según informaron ayer fuentes judiciales. Al parecer, Concutelli, que sufrió una isquemia cerebral, fue liberado por "graves motivos de salud".

El 25 de marzo de 2009, dos neofascistas italianos reconocieron en Roma y ante el juez Fernando Andreu la existencia de una masía cerca de Barcelona donde se preparaban los secuestros y eran torturados miembros de ETA. 

Nacido en Palermo en 1944, Pierluigi Concutelli fue condenado a cadena perpetua en Italia acusado de cometer diversos homicidios. Tras recibir la condición de prisión atenuada, acabó siendo trasladado a su domicilio tras sufrir un ataque isquémico. En los años 70 fue miembro de la banda neofascista Ordine Nuovo y entre sus homicidios se cuenta el del magistrado Vittorio Occorsio, perpetrado el 26 de octubre de 1976.

El 25 de marzo de 2009, dos neofascistas italianos reconocieron en Roma y ante el juez Fernando Andreu la existencia de una masía cerca de Barcelona donde se preparaban los secuestros y eran torturados miembros de ETA. A raíz de ello, en mayo del mismo año Concutelli fue interrogado por el magistrado de la Audiencia Nacional sobre la desaparición de Pertur. Sin embargo, no llegó a manifestar nada coherente dado lo avanzado de la enfermedad que padecía. Esta vía judicial resultó por tanto infructuosa porque Concutelli, pieza clave en la pista italiana sobre la desaparición del dirigente polimili, aseguró que no se acordaba de nada ni de nadie.

El hecho de que el también ultraderechista italiano Izzo Angelo confesó que Pierluigi Concutelli, con quien había tenido una estrecha relación en el pasado, le contó que habían secuestrado a un miembro de ETA, contribuyó a su vez a alimentar las sospechas. Según su versión, el activista habría sido trasladado narcotizado a la citada masía, donde fue torturado y le hicieron desaparecer.

Angelo, que en la época de la desaparición de Pertur ya estaba detenido, precisó que Concutelli solo le habló de un secuestrado de ETA pero que no le facilitó nombres. Añadió que también le relató que secuestraron a un industrial del País Vasco, una acción que había sido imputada a ETA.