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martes, 8 de junio de 2010

La muerte de la cultura en la ciudad de Pontevedra

Dentro de poco, se clausura de forma definitiva una librería (la única en su género en Pontevedra) que llevaba ventinueve años funcionando. Sí, como lo oyen: ventinueve años ofreciendo libros a sus clientes y realizando un gran servicio de encargos de libros que no se encontraban en sus estantes, que funcionaba de forma eficiente.

Las causas para algunos pueden ser muchas: la venta de libros a través de webs especializadas, la piratería de los libros en formato digital, el precio "caro" de los mismos. Uno de los que llevan el negocio fue contudente: "Cerramos por la crisis económica y observamos que afecta también a las demás librerías-papelerías del sector". No hay sentimiento de culpa entre los siete trabajadores de que: "Algo hemos hecho mal". Comenta que la gente compraba menos libros por apretarse el cinturón y que sus clientes mas fieles, tardaban mas días de promedio en adquirir un libro que antes. La situación era casi insostenible y pasaba, por poner el candado en la puerta del establecimiento. En este breve periodo de liquidación que llevará unos días, aparecen descuentos del 20% y del 30% en sus libros. Ya empezaba a notarse algunos huecos en las estanterias pero aún quedaban libros por vender, demasiados, porque los españoles tienen otras prioridades.


En cambio, según informaciones de Libertad Digital, para ver la noticia pinchen aquí, a Belen Esteban,la catalogada princesa del pueblo (por otros) ya tiene una ganancias dignas de la Familia Real: 1,2 millones de euros al año, mucho mas que el presidente del gobierno. Su trabajo consiste en hablar un par de horas a la semana de su hija Andrea porque como bien dice: es su hija y a su hija la ha parido ella ¿Le entienden? Yo a ella sí, pero a los que sustentan con su audiencia a personajes televisivos como éste, no les entiendo.



Carlos Yoyas, otro personaje de este subgénero televisivo, afirmaba que en la televisión, hablaba y se comportaba de malas formas por dinero: "Por decir cosas agradables, te pagan una mierda. En cambio por decir barbaridades te pagan una buena pasta". Un responsable de Tele 5 comentó que este tipo de programas habían llegado al final de su ciclo; iban a apostar por otros programas con un contenido "mas cultural" y menos rastrero. Pero la cabra siempre tira para el monte y al final, comprobaron que Sálvame Deluxe seguía generando audiencia; demasiada para dejarla escapar así por así. Acto seguido ,otras cadenas de la competencia en su manía por no diferenciar sus productos, replicaron con programas de similares contenidos.

En España, el sistema fomenta la idea que si eres un don nadie, merece la pena ser mediocre, cotilla, rastrero, trepa, pisar a los demás para alcanzar sus objetivos: ganar mucho dinero y ser famoso. Ya no es preciso ser un inventor de renombre o ser excepcional en un oficio para pasar a la historia de España. Y claro, un niño que se pasa horas viendo la tele, no es tan tonto para querer ser un librero a punto de quebrar sino que preferirá hablar de su vida privada, aguantar todo tipo de improperios, por parte de periodistas del corazón que han olvidado el esplendor otrora de su profesión.

Como dijo el escritor español Arturo Pérez Reverte: "España es un país gozosamente inculto, basta encender la televisión para darse cuenta de ello". Mientras las librerias en Argentina, en muchos casos, están abiertas las 24 horas del día, a pesar de que tienen fama los argentinos de estar en una permanente crisis. Aquí sin embargo, en una ciudad española, capital de provincia con 80.000 habitantes la única librería que merecía la pena va a cerrar sus puertas.

La cultura ha muerto en Pontevedra...¡Viva la telebasura!

Post-data: Yo no me creo para nada las encuestas que realizan algunas empresas de estadísticas, que afirman que los programas de televisión favoritos de los españoles, son relativos a la fauna y flora como "El hombre y la Tierra" de Felix Rodriguez de la Fuente. Miren los índices de audiencia y comprobarán que estos programas culturales tienen un éxito escaso en cuanto a números de espectadores.